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Con sólo 100.000 neuronas, la mosca de la fruta Drosophila Melanogaster confirma que el sueño no sólo es bueno para la piel y el estado de ánimo, sino también para la memoria. Investigadores estadounidenses del Instituto de Investigación Scripps de Florida publicaron en la revista Cell que recuerdo y olvido son dos procesos estrechamente relacionados, que dependen de la activación o inactivación de un tipo de neuronas que producen dopamina. Este descubrimiento reduce la brecha entre la psicología y la neurociencia sobre sueño y memoria.

La psicología dice que durante el sueño el cerebro humano no está en contacto con ningún estímulo externo, y este estado de aislamiento facilita la retención de la memoria.Por otro lado, la neurociencia sostiene que el no olvidar es un proceso activo, llamado consolidación, que se desarrolla durante el sueño.

“Muchos científicos han tratado de averiguar cómo aprendemos y cómo nuestros recuerdos se estabilizan”, dice el Dr. Davis, el autor principal de este artículo, “pero se ha prestado mucha menos atención al olvidar, que es una función fundamental para el cerebro y, potencialmente, tiene profundas consecuencias para el desarrollo de terapias de memoria. Nuestro estudio combina la neurociencia del olvido, es decir, los mecanismos cerebrales que conducen a olvidar, y la psicología de olvidar en una imagen integrada.

El cerebro humano contiene aproximadamente 86 mil millones de neuronas y existen más de 200 tipos diferentes, con diferentes tamaños, formas o funciones.

El Dr. Davis y sus colegas descubrieron que el olvidar depende de la activación de las neuronas de dopamina, una subclase de células del cerebro que son la principal fuente de dopamina. Controlan varios procesos como el movimiento voluntario, el estado de ánimo, la recompensa, la adicción, y el estrés. El mismo grupo demostró pocos años antes, y siempre en Drosophila, que la dopamina también es necesaria para el aprendizaje.

Al inducir el sueño en las moscas de la fruta (ya sea por fármacos o al estimular genéticamente el circuito neuronal del sueño) y exponerlas a estímulos olfativo, los investigadores observaron que el sueño reduce la activación de las neuronas de dopamina, estabilizando así los recuerdos. Por el contrario, el aumento de la excitación estimula la señalización de la dopamina y acelera el olvido. Eso significa que el olvido no es un proceso constante, si no que depende del comportamiento y del nivel de excitación provocada por estímulos externos.

MENSAJES PRINCIPALES

La dopamina es importante para el aprendizaje y para la retención de recuerdos. Otros estudios aclararan si la consolidación de la memoria y el olvido son eventos paralelos e independientes, o si una reducción del olvido puede favorecer la consolidación de la memoria durante el sueño. Cualquiera que sea el mecanismo, estos hallazgos podrían tener un fuerte impacto en el desarrollo de fármacos para promover la memoria.

 

Referencia: Berry JA et al. Sleep Facilitates Memory by Blocking Dopamine Neuron-Mediated Forgetting. Cell. 2015 Jun 18;161(7):1656-67.